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En relación al debate sobra el tiempo de trabajo en Francia, la década de los 80 puede caracterizarse, en contraste con el período anterior, por una triple dinámica:
- Mientras que tradicionalmente las cuestionas sobra el tiempo de trabajo eran planteadas por las organizaciones sindicales bajo la perspectiva de una reducción generalizada, en lo sucesivo la iniciativa en esta ámbito corresponde esencialmente a los patronos.
- En tanto que con anterioridad la discusión y los modos de regulación del tiempo de trabajo se encontraban centralizados, en esta período se asiste cada vez más a negociaciones descentralizadas en el ámbito de la empresa.
- Finalmente, la problemática de la ordenación y la reorganización del tiempo de trabajo prevalece sobre la de su reducción.
Esta triple dinámica se deriva de la transformación de las implicaciones de las políticas sobra el tiempo de trabajo: de factor de mejora de las condiciones de trabajo, la duración del trabajo fue siendo sucesivamente considerada como medio de lucha contra la extensión del paro y, más tarde, como factor de optimización de la utilización del capital. Esta evolución de las implicaciones tuvo un efecto importante sobre los modos de regulación de las cuestiones relativas al tiempo de trabajo: así, se pasó de una legislación defensora del orden público social a una legislación derogatoria que transfiere la producción de normas al campo de los convenios.
De esta modo, en especial como consecuencia del fracaso de la problemática tendente a asociar en un mismo movimiento la reducción y la reorganización del tiempo de trabajo, resulta que, a diferencia de otros países europeos que ponen en marcha una modernización económica y social, Francia se empeña en la búsqueda de la eficacia productiva sin el soporte social.
