En este artículo se hace referencia a los diferentes modelos de formación colectiva del capital y su incidencia en los objetivos del movimiento obrero y de los partidos socialistas y social-demócratas. En especial se estudian las características básicas de los fondos de inversión de los asalariados, tomando como referencia principal la experiencia sueca, y se llama la atención sobre la importancia que pueden tener éstos para la renovación de la ideología y las políticas de las izquierdas sobre una serie de cuestiones fundamentales, como el sistema de economía de mercado, el concepto de propiedad pública, las políticas salariales de inversión y de empleo o el principio de solidaridad.