EL artículo pone en relación la problemática de la inmigración con una de sus causas primordiales, cual es el subdesarrollo de los países de envío, significando la importancia de la cooperación -en sus distintas modalidades- para salir del mismo, enumernado sus medios más actuales.
El autor se decanta con mayor énfasis hacia la vertiente iberoamericana de tal problemática, aunque sus consideraciones son perfectamente aplicables en términos de generalidad, concluyendo que la mejor política de inmigración es una buena política de cooperación al desarrollo.