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La operación extraordinaria de regularización de inmigrantes llevada a cabo por el Gobierno Español en 1985 y 1986 ha producido una estadística fundamentada en 40.000 solicitudes. Constituye una fuente básica para conocer las características básicas de la inmigración irregular: sexo, edad, nacionalidad, tipo de permiso solicitado, profesión y distribución territorial. La diversidad del perfil demográfico, sociológico y laboral es fundamental para prever la evolución y poner en práctica una política global de admisión, establecimiento y retorno de los extranjeros. La composición del efectivo irregular captado mediante aquella operación ha resultado novedoso respecto de los clandestinos en Francia e Italia. La distribución por edades y sexo se parece más a la observada en el Programa General de Regularización de los Estados Unidos (1987-88). Se dio una alta proporción de mujeres (39 por 100) una escasa presencia de niños y una importante porción de activos maduros con más de cincuenta años (13 por 100). Tres países comunitarios (Portugal, Gran Bretaña y Alemania) destacaron por su peso entre los irregulares. Los inmigrantes procedentes de África (sobre todo de Marruecos) constituyen la colonia más importante, seguida de la europea y en menor medida de los irregulares de origen latinoamericano (argentinos) y asiáticos. Resalta la débil proporción de solicitudes de trabajo (49 por 100) y de permisos temporales (9 por 100). Les resultó difícil acceder a la legalización de su actividad laboral. La mayoría se ocupa en servicios de difícil control (camareros, venta ambulante y servicio doméstico). Una cuarta parte se emplea en la agricultura y en la construcción. Es importante la presencia de estudiantes (11 por 100) y amas de casa (18 por 100). También se detecta un grupo apreciable de extranjeros altamente cualificados (11 por 100). Por último, dos tercios se concentran en cuatro Comunidades Autónomas y un 75 por 100 en ocho provincias. La costa mediterránea es la zona preferida.
