El sistema público de servicios sociales español tiene como objetivo básico garantizar el derecho de todos los ciudadanos a unas prestaciones básicas fundamentales que incidan directamente en la superación de la marginación social. En un segundo plano, superando los aspectos paternalistas de las entidades públicas.
Teniendo en cuenta estas líneas matrices del sistema, podemos estructurar su contenido en los siguientes puntos de acción:
a) Configuración de las prestaciones básicas objeto del sistema: información y orientación, ayuda a domicilio, prevención e inserción social, alojamiento y convivencia, desarrollando una red de equipamientos de servicios sociales de carácter comunitario.
b) Tratamiento especializado para los colectivos que precisan una atención individualizada de carácter sectorial, con criterios de normalización.
c) Planificación, integración de los recursos a nivel territorial ante las iniciativas públicas y privadas, y tecnificación de los procesos de gestión y tratamiento.
d) Promoción de la solidaridad social, mediante apoyo técnico y financiero a las organizaciones sociales.
e) Participación en la gestión de los propios usuarios y descentralización administrativa, reforzando el papel municipal.