La transformación experimentada por la industria cerámica española constituye una interesante ilustración de la relación entre las discontinuidades tecnológicas y los cambios en las ventajas competitivas de empresas y territorios. Este artículo pretende explicar, de forma estilizada, la transición de un sistema industrial localizado desde una posición tecnológicamente subordinada a otra vanguardista a nivel mundial. Cuatro cuestiones destacan especialmente. En primer lugar, la naturaleza de la discontinuidad tecnológica en la explicación de la dirección del cambio. En segundo, el efecto inducido de dicho cambio sobre la estructura del sector verticalmente integrado y la organización y estrategia empresarial. Ambas son decisivas para explicar, en tercer lugar, la relación autorreforzante entre dinámica productiva y desarrollo del sistema local de innovación. Por último, se pone de relieve no sólo el papel del territorio y de las instituciones en este proceso, sino cómo uno y otras son transformados a impulsos de la dinámica productiva, reforzando las competencias del sistema industrial. El enfoque utilizado ha permitido desvelar algunas relaciones fundamentales entre dinámica industrial, dinámica tecnológica y dinámica territorial.