Desde mediados de los años ochenta,la mayoría de los países de América Latina comenzó un profundo proceso de reformas estructurales en la línea del llamado Consenso de Washington. Este artículo pone a prueba la robustez de la evidencia empírica suministrada por varios estudios en favor de las reformas y su positivo impacto en el crecimiento latinoamericano. Los resultados son notables. Ninguna reforma es robusta y positivamente correlacionada con crecimiento, inversión o crecimiento de la productividad en la región, y existe evidencia de que algunas reformas, y particularmente la flexibilización laboral, en realidad pueden estar perjudicando el crecimiento. Los resultados también muestran que los efectos temporales para el período 1987-1995, si ?algo? han sido positivos, contradiciendo la generalizada opinión de que el bajo crecimiento latinoamericano,a pesar de las muchas y profundas reformas estructurales, fue producto de un entorno internacional adverso.