Barcelona, España
¿Qué es lo que nos mueve a investigar? ¿por qué este empeño y para qué este esfuerzo? Constituyen estos los interrogantes fundamentales a partir de los cuales, este trabajo, en un recorrido argumental que atraviesa varios tópicos relativos al "deber ser" del quehacer científico social -objetividad, saber, transformación- sustenta la tesis de que "el placer es precisamente lo que nos queda para fundamentar nuestro compromiso con la investigación." Ello no significa adoptar un criterio laxo y complaciente, porque sólo las investigaciones de gran calidad, de implacable rigor, de concienzuda factura, y de sostenido esfuerzo, consiguen constituirse en un bello objeto de pensamiento capaz de modificar a quienes las han elaborado y a quienes tomamos conocimiento de ellas. Sustituir el viejo barómetro de la objetividad por el heterodoxo barómetro del placer ?tema fundamental del artículo?, no es ni mucho menos retroceder en el nivel de exigencia al que debe responder una investigación. Todo lo contrario.