Las estrategias europeas para promover el empleo han puesto en evidencia la importancia del tiempo. Pero únicamente del tiempo de trabajo, entendido en clave de horario laboral. Otras voces, desde la perspectiva de género, recuerdan que esa visión es poco acertada. Así, señalan que la actual organización temporal perjudica a las mujeres destinatarias de las políticas de conciliación. Otras precisan que la conciliación esconde la división sexual del trabajo. E incluso destacan que ni tan sólo tenemos una definición aceptable de lo que se entiende por conciliación.
Este articulo pretende comentar esos argumentos. Y exponer algunas de las conclusiones de dos estudios sobre la conciliación realizados por el QUIT. En el primero, se han analizado las dificultades culturales que deben afrontar las políticas de conciliación en España. En el segundo, se está estudiando la falta de desarrollo de estas políticas en la negociación colectiva. Como alternativa a esos inconvenientes, se plantean políticas de tiempo.