Analiza las relaciones entre educación y biblioteca pública, partiendo de considerar la necesidad de una clara diferenciación de las funciones sociales que estas últimas tienen. Asume, además, a la biblioteca como organización social. Hace una revisión de las ideas de sociedad, de educación formal y social, así como de currículo. Al respecto, propone que las bibliotecas públicas deben diseñar su propio currículo y proyecto educativo bibliotecario (PEB), para lo cual hace una propuesta operativa sintética.