El artículo parte del fenómeno de subjetivización que afectó en el pasado a la sociedad para acercarse a las consecuencias que ha tenido en el mundo de la educación, la presión de la demanda y la tendencia a la profesionalización, para reconstruir su estatus ontológico-epistemológico. A partir de ahí se ahonda en la vertiente comunicativa de la educación y la necesidad de organizarla traspasando el modelo burocrático de organización dominante en nuestros centros escolares, para construir una organización abierta cuyo fundamento no es otro que posibilitar la interacción de los sujetos.