Responder a la generosa invitación de colaborar en esta publicación me da la oportunidad de recuperar, revisar y actualizar este material presentado en el I Congreso de Escuelas de Trabajo Social celebrado en Valencia en 1996. La idea central del texto, formulada en términos de reto y de desafío, es la necesidad de incorporar en los diferentes espacios formativos de los futuros trabajadores sociales elementos y estrategias que les ayuden a descubrir la práctica comunitaria y a tomar partido por ella, no sólo desde una perspectiva teórica e instrumental sino, sobre todo, desde una perspectiva existencial y comprometida, firmemente arraigada dentro de su proyecto profesional y vital. Ojalá mis aportaciones sean leidas y pensadas, no tanto como un conjunto de ideas acabadas, sino como una excusa y a la vez como una invitación para la reflexión y el debate colectivo dentro del ámbito profesional y académico