Este artículo plantea algunas reflexiones acerca de la contribución del voluntariado, como movimiento social, al desarrollo de los derechos humanos. La condición principal para esa tarea es que los derechos se conviertan en el fundamento de la acción voluntaria. Pero también es necesario repensar el sentido de los derechos en el mundo actual y superar algunos reduccionismos. Así, es preciso construir una nueva cultura de los derechos:del reduccionismo normativista al "sentido fermental" de los derechos humanos ; del individualismo liberal a la responsabilidad solidaria ; de las "políticas de conquista" de derechos a las "políticas de construcción" de poderes sociales