Desde un enfoque constructivista social, la autora del presente artículo revisa las bases teóricas y metodológicas para reflexionar acerca de los procesos de enseñanza de la Lectura y Escritura (LE) en el nivel de Educación Inicial. Insiste en una actitud facilitadora y mediadora por parte del docente que permita de una manera contextualizada (familiar para el alumno) la adquisición de la lengua escrita. Específicamente, recurre a dos grandes conceptos vigotskyanos, como son la Ley genética general del desarrollo cultural y la Zona de Desarrollo Próximo, como recursos indispensables para el crecimiento de la conciencia del niño en aras de la metacognición de sus procesos de LE. También se apoya en Olilla (1998) para destacar la importancia que tiene la participación de la familia en este aprendizaje.