Carmen Nieves Aranguren Rincón
La revisión del nexo epistemológico entre los conceptos de teoría y práctica en la enseñanza de la Historia, resulta imprescindible para definir el estatuto científico que soporta esta relación desde una visión mutuamente constitutiva. Este enfoque exige definir los presupuestos conceptuales que otorgan a la didáctica de la Historia una nueva perspectiva en lo teórico, científico, metodológico y práctico. Por esta vía, pudiera ser factible comprender y contextualizar la capacidad propositiva de la educación histórica, no sólo en el orden cognitivo sino en la esfera de lo social, axiológico y político, que indudablemente involucra al proceso educativo.
Es evidente que el modo parcelado de entender la práctica de la enseñanza de la Historia, dentro de una postura empírica y pragmática, incide en la formación del sujeto, en la conceptualización de la disciplina, en la planificación y metodologías didácticas. En el marco instrumental, la educación histórica otorga prioridad al aprendizaje de técnicas y al desarrollo de habilidades circunscritas a la esfera cognitiva, por lo que desconoce los procesos subjetivos y sociales implícitos en su propia naturaleza.
En este ámbito de análisis es conveniente la búsqueda de fundamentos filosóficos y científicos para reconocer desde cual postura abordamos el objeto y el sujeto de estudio en la enseñanza-aprendizaje de la Historia. Esto permite saber de dónde se parte, hacia dónde se pretende llegar y para qué se procuran determinadas metas.