En el presente artículo, los autores examinan diferentes interrogantes con respecto a las nuevas expresiones de la contestación internacional, analizando las respuestas y reacciones de los Estados a la emergencia de actores no-gubernamentales que se oponen al orden mundial actual y dicen proponer alternativas a la gobernanza neoliberal. Para ello los autores identifican algunos de los movimientos de contestación a la globalización económica que alcanzaron mayor visibilidad, como las manifestaciones y protestas de Seattle, Praga, Génova y, sobre todo, las cuatro ediciones del Foro Social Mundial que tuvieron lugar, primero en Porto Alegre y recientemente en Mumbai. Al propio tiempo, el artículo pone de manifiesto las articulaciones interestatales que apuntan a controlar, y eventualmente reprimir, estos movimientos, en particular después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, pasando revista a las principales medidas jurídicas adoptadas para ese fin por los gobiernos e instituciones internacionales, especialmente en el ámbito de la Unión Europea. Finalmente, se integran a este cuadro ciertas estrategias de jurisdiccionalización de los conflictos internacionales, reparando en las expectativas de unos litigantes de nuevo cuño que pretenden legitimar y dar visibilidad a determinadas demandas conflictivas a partir de su deferimiento a un tercero que actúe de modo adjudicativo (tribunal, mediador, instancia humanitaria, etc.).