Estamos viviendo en una época de surgimiento de una política radicalmente nueva, que incluye la política cívica en los planos local, nacional, transnacional y mundial, y las nuevas redes mundiales de los refugiados, emigrantes y grupos religiosos. Una de las principales manifestaciones destacadas de la política cívica mundial es el Foro Social Mundial, cuya primera reunión se celebró en Porto Alegre, Brasil, en enero de 2001. Basado en el análisis y diagnóstico de cuestiones, el objetivo del Foro es promover la formulación de propuestas y estrategias alternativas a la ¿pensée unique¿ neoliberal y a todas formas de fundamentalismo. El crecimiento espectacular del número de participantes en este evento ¿ de 25.000 en 2001 a 100.000 en 2004 ¿ da fe de la importancia del Foro para los pueblos del mundo. Aunque se llama ¿Social¿, el Foro es una idea fundamentalmente política y promueve un vocabulario, una gramática y una cultura específicos de la política. Invitamos una exploración de gran alcance, crítica e insistentemente plural de la idea y el concepto de ¿espacio abierto¿ como un concepto político-cultural, que se centre en el Foro y su(s) cultura(s) autodefinida(s) de la política. Es decir, el Foro representa a la vez una experiencia importante y a la vez algo paradójica. Por un lado, ofrece una rica visión de un ¿espacio abierto¿ para los movimientos que impugnan los imperios y celebran la diversidad y el pluralismo. Por otro lado, el espacio abierto está circunscrito por un concepto específico de la política y una orientación ideológica específica. ¿Es la multiplicidad sostenible en el seno y en relación con una idea más amplia, sencilla y única? ¿Puede la cultura de una política de ¿espacio abierto¿ actuar de manera coherente en el marco del Foro y en sus relaciones con el mundo que intenta cambiar?