En este articulo me propongo reflexionar sobre la práctica del trabajo social en la escuela, para lo que describirá algunas características de dicho contexto y las dificultades que presenta. En la actualidad creo que es necesario, frente a cierto desdibujamiento de nuestra disciplina profesional, entendida en un sentido muy restringido como mera gestora de recursos y derivaciones, poder retomar la importancia de la relación de ayuda como eje de la intervención. Me servirá de las aportaciones teóricas del modelo sistémico, del construccionismo social y de las ideas generadas por el concepto de resiliencia, las tres perspectivas tienen en común la necesidad de poner en marcha procesos que permitan comprender con el otro, junto con los otros, la situación de dificultad, para ayudar a generar recorridos relacionales y colaborativos. Procesos enmarcados en un tiempo y un contexto, que tienen por objetivo mitigar, reducir o resolver las diferentes situaciones a las que ha de hacer frente un trabajador social en la escuela.