El trabajo discute la condición y perspectiva de Europa en las actividades tecnológicas. Se centra en dos aspectos: el rendimiento comparado con sus homólogos directos, y en particular EEUU, y la distribución intra-europea de actividades. A través de un conjunto de indicadores tecnológicos se muestra que Europa continúa aún presentando un retraso consistente si se compara con Japón y EEUU, especialmente en inversión en I+D y generación de innovaciones. Se detecta, sin embargo, una pequeña convergencia en la difusión de TICs, el sector más vinculado directamente con el concepto de "nueva economía". En el campo de las colaboraciones en conocimiento, por otra parte, Europa revela trayectorias opuestas en el ámbito industrial y académico. En el seno de Europa, las diferencias entre los países son tan sumamente grandes que es difícil concebir un sistema de innovación continental. Finalmente, se discute la viabilidad del objetivo fijado por el Consejo Europeo en la Cumbre de Barcelona de Marzo de 2002, es decir, incrementar el gasto europeo en I+D hasta un 3% del PIB en el 2010