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Andrea P. Szulc
El campo y la ciudad no conalituyen meramente espacios fisícos con delermínadas caracleriatícas distintivas, sino a su vez espacios simbólicos histórica y hegemónicamente construidos como opuestos.
En Argentina, dicho esquema ha dejado su impronta en los discursos y políticas estatales, tanto nacionales como provinciales, respecto de los pueblos indígenas2. Desde una perspectiva esencíslíata de las perlenencisa e identidades, se ha instituido la vidarural como condición necesaria del "auténtico" indígena. No en vano, el primer y único Censo Indígena Nacional se implemenló visitando sólo comunidades mrsles en determinadas provincias del psis.
Aún gozando dc fuerte consenso, Ial reducción forma parle de procesos de construcción de hegemonía, entendida como un cuerpo de prácticas y significados continuamente renovado, recreado, defendido, resistido, desafiado y modificado. El presente trabajo sc centra enlonces en las disputas en tomo a la relación entre lo mrsl, lo urbano y lo indígena en el conlexio argentino. Parlíendo del proceso de incorporación! subordinación de los pueblos indígenas al Estado nacional, expiors diversas produccíonearecieníea de sujetos y agencias del pueblo mapuche que cuestionan, reformulan y! o subvierten las represensaciones instituidas.
