Entre 1987 y 1993 los países escandinavos llevaron a cabo importantes reformas de sus IRPF, pasando de modelos formalmente sintéticos a modelos duales que gravan progresivamente las rentas de trabajo y proporcionalmente las de capital. Pese a la innovación que supuso en su día la adopción de estos modelos, no ha tenido lugar desde entonces un debate de fondo sobre las ventajas e inconvenientes de los mismos. En este trabajo se realiza una revisión de los argumentos que se han utilizado hasta ahora como justificación del Modelo Dual y de los estudios empíricos que han examinado sus efectos. El objetivo final es determinar si nos encontramos ante una opción reformista viable o si, al menos, es posible extraer alguna conclusión parcial de interés en términos de política fiscal.