Eduardo Larriera
El coaching es una práctica no directiva; el rol del coach no es el de un formador; tampoco es el de un consultor, ni el de un mentor, ni el de un tutor. Un coach es quien, mediante la formulación de preguntas, aplicando criterio de realidad, realizando sugerencias y un seguimiento adecuado, facilita el aprendizaje de nuevas formas de resolver problemas y logra una ampliación de la visión del cliente que le ayuda a ganar creciente autonomía. Y ello lo consigue provocando la curiosidad creciente en su cliente, formulándole preguntas, haciéndole sugerencias y facilitándole el aprendizaje de nuevas formas de resolver problemas.