En una Unión Monetaria como la europea, la existencia de una regla que ayude a controlar las políticas fiscales aplicadas por los Estados miembros y que garantice un comportamiento coordinado por parte de éstos resulta muy conveniente. La cuestión no es si una regla fiscal es necesaria, sino si el PEC tal y como ha sido diseñado es la mejor regla con la que se puede contar. Las críticas al PEC se han ido sucediendo a medida que las condiciones económicas cambiantes hacían más difícil su cumplimiento, y las propuestas de reforma se han multiplicado. El objetivo fundamental de este trabajo es determinar si las mejoras que la Comisión ha propuesto son adecuadas y suficientes.