La liberalización de la circulación de capitales en la Unión Europea sin la previa armonización de la fiscalidad del ahorro ha provocado distorsiones importantes tanto en el funcionamiento del mercado interior como en los sistemas tributarios de los Estados miembros. Conscientes de las dificultades de conocer y, en consecuencia, gravar las rentas obtenidas en el extranjero, los Estados miembros han tratado de competir por la atracción de capitales mediante una rebaja de la imposición de las rentas obtenidas en su territorio por los residentes en otros Estado de la Unión. La circunstancia anterior se ha visto acompañada por la contención del gravamen interno sobre las rentas del capital, en perjuicio de otras rentas, con la finalidad de evitar su huida hacia el exterior. Tras más de un decenio de negociaciones, la Directiva 2003/48/CE de 3 de junio ha tratado de poner remedio a la situación descrita, estableciendo un sistema de intercambio automático de información al Estado de la residencia, cuyo estudio es el objeto del presente trabajo.