El desarrollo de canales de distribución automatizados y la difusión de instrumentos alternativos al efectivo ha dado lugar a una intensificación de la competencia bancaria, mejorando el grado de eficacia con el equ se trasladan las decisiones de política monetaria. Las estimaciones realizadas muestran que la modernización del sistema de pagos europeo ha repercutido positivamente sobre los rendimientos obtenidos por los depositantes en más de 178.500 millones de euros, lo cual supone el 0,229 por 100 en términos de PIB. De este modo, se han compensado parcialmente los 341.008,4 millones de euros que han dejado de percibir por la incompleta traslación de las medidas adoptadas por el Sistema Europeo de Bancos Centrales.