El empleo sumergido en general, y específicamente el empleo sumergido entre trabajadores de procedencia inmigrante, es un aspecto de la realidad social española en relación con el que, a pesar del gran interés científico y político que suscita, carecemos casi completamente de conocimientos empíricos sólidos, debido a las limitaciones de las fuentes estadísticas oficiales y la elevada dificultad a la hora de realizar encuestas con un nivel de representatividad razonable en este tipo de poblaciones. Basándose en una encuesta realizada en la primavera de 2003, este articulo dibuja la situación sociolaboral de la población inmigrante asentada en Andalucía, centrándose en las diferencias entre los trabajadores de procedencia inmigrante que cotizan a la Seguridad Social, por un lado, y los que no lo hacen, por otro. Como uno de los principales resultados, cabe destacar el hecho de que la amplia difusión del empleo sumergido en esta población (alrededor del 45% de todos los ocupados de procedencia inmigrante) se acentúa aún más precisamente en aquellos sectores económicos que se distinguen por unos niveles de remuneración especialmente bajos (Producción agrícola y Hogares empleadores), entre otras características poco deseables. Asimismo, resulta que la remuneración de las trabajadoras inmigrantes tiende a ser notablemente más baja que la de sus homólogos varones, a igualdad de sector de actividad y situación de cara a la Seguridad Social. En cuanto a las condiciones laborales en cada sector de actividad, el empleo sumergido se diferencia relativamente poco del empleo regular, frente a unas importantes diferencias en cuanto al nivel de remuneración.