Los cambios estructurales de las empresas plantean a la negociación colectiva el reto de mostrar su capacidad operativa para ser un procedimiento jurídico de encauzamiento, organización y dirección de las relaciones laborales en el sentido más adecuado para afrontar las mutaciones en curso. La negociación colectiva tiende a ser un cauce fundamental de la gestión de la empresa flexible y participativa, sirviendo a una pluralidad de fines económico-sociales y de intereses concurrentes. En este sentido se han acometido los programas de flexibilidad laboral y los procesos de reestructuración de las empresas a través de una gestión consensuada de los planes de viabilidad y de los planes sociales de acompañamiento a los mismos. Es de realzar que la negociación colectiva (expresada formalmente en convenios y acuerdos colectivos de diversa naturaleza) constituye un instrumento flexible de organización empresarial, aparte de ser también un típico mecanismo de regulación del mercado de trabajo.