Pablo Beramendi
La distribución del poder político entre niveles de gobierno está en proceso de transformación. Este artículo analiza cómo ese proceso interactúa con las políticas redistributivas y la desigualdad de renta. En este trabajo se argumenta que el impacto de la descentralización sobre la distribución de la renta depende de la estructura de la desigualdad dentro de cada región y de su combinación entre regiones. Si esto es así, hay razones para pensar que en contextos institucionales con varios niveles de gobierno, los conflictos en torno a la distribución territorial del poder político son en sí mismos conflictos sobre la distribución y redistribución de recursos. La naturaleza de esos conflictos hace que la propia descentralización se convierta en una función de la estructura de la desigualdad, en virtud de un proceso político que vincula las preferencias de los actores políticos sobre la distribución de la renta con sus preferencias sobre el diseño institucional de las políticas sociales. La primera parte del artículo desarrolla el argumento. La segunda contrasta sus implicaciones a partir de una base de datos de quince países de la OCDE durante el periodo 1989-1997.