Claudia Aguilar Carretero, José Luis Molina González
Después de un trabajo de campo realizado con un grupo de jóvenes en Sarajevo, hemos constatado la existencia de una relación entre los discursos que sostienen y las categorías étnicas que utilizan tanto para clasificar a los demás como para auto-identificarse. Asimismo hemos encontrado que los jóvenes que se autodenominan Bosnios juegan un rol importante en la red de relaciones multiétnicas, en la que los lazos fuertes, sorprendentemente, son muy importantes. Finalmente hemos hallado una relación entre la composición de las redes personales y los discursos étnicos que se sostienen. Vivimos, o creemos vivir, en múltiples comunidades, imaginadas o no. Al mismo tiempo, el individuo y no el lugar, la familia o el grupo, se sitúa en el centro de la vida social y de las comunicaciones (Cf. Wellman, 2001). En este contexto, inducido por el avance del capitalismo flexible (Castells, 1996), pensamos que para entender adecuadamente la identidad o identidades postuladas por los individuos es necesario estudiar las redes personales y su dinámica. Desde esta perspectiva no podemos hablar de etnias o multietnicidad sin más precisiones, pues son conceptos basados en una concepción esencialista y estática de la identidad individual. El concepto de sociedad multiétnica es utilizado de una manera engañosamente progresista y objetiva, pues lo que en realidad legitima es la existencia de diferencias esenciales entre personas, alejando en lugar de acercar. Sin embargo, somos plenamente conscientes que los discursos esencialistas de la identidad étnica son omnipresentes, con enormes efectos políticos e individuales. Que planteemos que la concepción esencialista de la identidad sea inapropiada desde un punto de vista académico, no significa que ésta no se utilice políticamente y por lo tanto tenga consecuencias formidables en las relaciones sociales. Precisamente el estudio de las redes personales nos permite situarnos en una perspectiva que no utiliza con pretensiones analíticas conceptos folk, como son los de etnia, pueblo o nación, sino que los sitúa en el terreno de los discursos sustentados por los actores (y los estados y medios de comunicación) y nos permite contextualizarlos mediante conceptos etic, es decir, impuestos por los investigadores. Sólo así podemos superar las tautologías que abundan en los discursos étnicos.