Los cambios que se producen en los ámbitos productivo y reproductivo, como en otros órdenes de la vida social, hace que se replantee la tradicional y desigual distribución de las cargas de trabajo entre hombres y mujeres. El artículo aboga por revisar el concepto de trabajo como premisa teórica previa para tratar tal redistribución de una manera igualitaria y consensuada. El artículo presenta también unos modelos que intentan describir el estado y las consecuencias de la relación entre el trabajo productivo y reproductivo y lo ejemplifica a partir da algunas de las conclusiones de una investigación empírica en un estudio de caso..