En este artículo examino las redes sociales de mujeres inmigrantes latinoamericanas de bajos ingresos residentes en barrios con concentración de viviendas de protección oficial en la ciudad de Boston, utilizando un marco conceptual que diferencia las redes sociales que proporcionan apoyo de aquellas que facilitan el progreso personal. El análisis etnográfico -con observación participante y entrevistas longitudinales, que se llevaron a cabo durante 4 años-, presta especial atención a cómo generan las encuestadas el capital social con el que obtener recursos para la movilidad social. Mientras que la heterogeneidad en las redes sociales mostró ser el factor más significativo en la movilidad social, los resultados sugieren que los lazos que hacen ¿de palanca¿ funcionan más efectivamente en la creación de oportunidades cuando actúan como puentes que conectan a las mujeres con redes en niveles más altos de la estructura social, y cuando las mujeres disponen de apoyo para el progreso personal entre sus lazos fuertes. Al contrario, las dinámicas propias de la familia patriarcal fueron el factor más significativo en la evitación de la formación y el funcionamiento de redes de movilidad, dejando a las mujeres estancadas en su lucha por la supervivencia. A un nivel más general, la naturaleza longitudinal de este estudio etnográfico arroja luz sobre las condiciones que afectan a las perspectivas de movilidad de las mujeres del grupo minoritario más amplio de los Estados Unidos, del que se sabe poco.