La negociación colectiva de los años 2001 a 2003 ha supuesto un cierto avance en el papel que los convenios otorgan a la salud laboral y un enriquecimiento de los contenidos regulados. Es creciente el número de convenios que dedican un capítulo específico a la salud laboral y que asumen una orientación preventiva en materia de riesgos laborales. Hay que insistir en que la negociación colectiva debe jugar un papel específico en esta materia, fundamentalmente de concreción, de adaptación y, en su caso, de mejora de la regulación legal. Por otro lado, los convenios deben contribuir a la corrección de los defectos del actual marco regulador, como el carácter excesivamente abstracto o general de ciertas previsiones normativas, la falta de adaptación de un marco regulador que parece pensado para la gran empresa industrial; también puede con- tribuir a neutralizar, o, al menos, a corregir la tendencia a la externalización de servicios de prevención o a la mera "documentalización" por las empresas de la prevención de riesgos. Precisamente desde esta perspectiva es desde donde pueden ser objeto de valoración crítica los contenidos de los convenios de los últimos años. En este estudio se trata de contrastar las potencialidades de la negociación de cara a la efectividad en la prevención y a la facilitación de la adaptación a los distintos sectores y empresas con el papel que efectivamente están asumiendo los convenios. Una conclusión se impone al respecto, el enriquecimiento de la negociación, que es indudable, sigue lastrado por la falta de una cierta visión estratégica sobre el papel de la negociación y sobre la función que cada nivel de negociación puede jugar al respecto.