Según la teoría de los recursos, la ganancia de recursos de poder por parte de las mujeres derivada de las distintas dimensiones del cambio familiar (desintitucionalización de la familia, incorporación de la mujer al mercado de trabajo, mayor nivel educativo, etc.) ha comportado un mayor poder de negociación del contenido de los roles familiares y domésticos. Esta ganancia en recursos de poder debería haberse traducido en una menor violencia conyugal contra las mujeres que viven en uniones "modernas". A partir de la macroencuesta sobre violencia de género realizada por el Instituto de la Mujer en 1999 se analiza si las distintas dimensiones del cambio familiar están asociadas con un menor riesgo de maltrato. Los resultados obtenidos mediante ajustes de regresión logística indican que el cambio familiar y el correspondiente aumento de poder de negociación de las mujeres no se ha traducido automáticamente en una reducción del riesgo de maltrato.