La larga experiencia del autor como directivo y como seleccionador de directivos le llevan a pensar que hay algunos elementos que pueden aportar mayor garantía de éxito al analizar una candidatura. En su opinión un directivo necesita interpretar adecuadamente los hechos, trabajar con ellos y lograr conclusiones válidas. Además, tiene que poder trabajar en condiciones emocionalmente muy cargadas, tiene que se capaz de obtener síntesis integrativas brillantes ante los problemas que afronta, a través de la captación de elementos dispersos y aparentemente inconexos, y debe hacerlo con igual eficacia cuando la tensión emocional sube o cuando los problemas sean emocionalmente neutros. Tampoco hay que olvidar que una característica común a los directivos de éxito es su interés profundo por comprender sus propias características psicológicas.