Las diferentes facetas del derecho al desarrollo, a saber, humano, social, sostenible y no meramente económico cobran plena actualidad como respuesta al reto que supone lo que hoy se ha dado en denominar "globalización" o "mundialización" como forma de describir el mundo actual en el que no cabe el aislamiento y donde se insiste en la inevitable repercusión global y mundial de los distintos eventos económicos, políticos, sociales y culturales. El derecho al desarrollo humano y sostenible representa un modelo de mundialización o globalización que no se reduce al mero intercambio comercial, financiero o económico, sino que abarca también el respeto, la protección y la promoción del conjunto de los derechos humanos, incluidos los medioambientales, para todos los grupos e individuos, en especial para los más pobres, vulnerables y desfavorecidos.