La alineación española bajo el Gobierno Aznar respecto a la línea de la Administración Bush significó un giro copernicano en la política exterior que la democracia española había ido construyendo tras la dictadura franquista. Tras su salida de La Moncloa el ex presidente ha explicado en dos ocasiones las razones que le indujeron a dar tal giro, que generó muchas más perplejidades que la línea adoptada por Tony Blair. Basándose en tales afirmaciones, el articulo destaca las raíces de tal giro en la adaptación de una estrategia centrada en funcionalidades como las que la conexión con Estados Unidos tuvo durante el franquismo.