Los organismos financieros internacionales están mostrando un renovado interés por lograr que las economías emergentes mejoren la gestión del presupuesto nacional y fortalezcan la integridad de las finanzas públicas. Asimismo, están redescubriendo el papel de los parlamentos nacionales y las entidades fiscalizadoras superiores en la supervisión de los procesos presupuestarios y la rendición de cuentas en las finanzas públicas. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) otorga a tales instituciones, para consolidar su contribución al proceso presupuestario, préstamos multilaterales con potencialidades aún inexploradas y cuya eficacia podría acrecentarse. La segunda generación de reformas de las instituciones presupuestarias mejorará su capacidad técnica y eficiencia operacional y supone tanto el fortalecimiento de la gobernabilidad de las finanzas públicas, en particular la promoción de vínculos más eficaces entre las entidades fiscalizadoras superiores y las comisiones parlamentarias de presupuesto y cuentas públicas, como la autonomía financiera e independencia política de las entidades fiscalizadoras superiores.