El trabajo propone analizar globalmente el estado actual de la educación superior del país a través del estudio separado de tres elementos: las funciones que desarrollan dichas instituciones, lo que está referido funda-mentalmente a la docencia, de pre y post-grado, y a la investigación; los actores del proceso, esto es, profesores y alumnos; y finalmente los requerimientos de apoyo del sistema, básicamente de equipamiento, obras y de financiamiento. Los numerosos tópicos abordados, con acopio de cuadros e informaciones estadísticas, procuran formular un diagnóstico al respecto, cuya conclusión se podría resumir del siguiente modo: existen en la educación superior progresos notorios y vacíos salientes, cuyo origen y su correlativa búsqueda de soluciones debe encontrarse tomando un horizonte de tiempo y categorías de análisis distintas de aquellas ligadas estrictamente al calendario y conceptos políticos. Las dificultades y los avances tienen su propia dinámica, influidas por la evolución del país pero que alcanzan connotaciones específicas que las trascienden v que reflejan problemas y perspectivas interiores muy fuertes. A partir del diagnóstico que se esboza, se propician, a modo de sugerencia, comentarios generales acerca de la manera de enfrentar y resolver hacia el futuro esas realidades detectadas.