Santiago, Chile
El autor hace un análisis en perspectiva del futuro orden económico y social chileno, dentro de un marco político democrático, y plantea la necesidad de lograr acuerdos en los aspectos fundamentales para superar la probable fragilidad del sistema político. Considera que la estabilidad de la democracia requiere de ciertas condiciones que el orden económico no puede ignorar, tales como el equilibrio entre libertad e igualdad; la existencia de mecanismos de resolución de conflictos sociales y políticos; y la dispersión del poder político y económico. El primer tema económico esencial que requiere de acuerdo es el que se refiere a las instancias de decisión. Tanto el Estado como el mercado y la concertación social —dice el autor— tienen un importante papel en el proceso de toma de decisiones económicas, de tal forma que su rol no puede ser excluyente. Un segundo tema conflictivo y necesario de acuerdo es el de la propiedad de los medios de producción. El autor hace una defensa de la propiedad privada, pues estima que su existencia es indispensable para la preservación de la libertad y la democracia, mientras que el control estatal de ellos conduce hacia una dictadura y no es garantía de eficiencia. Sin embargo, enfatiza que en un sistema democrático deben coexistir propiedad privada con empresas estatales, cooperativas y otras formas de organización de la producción.