El estudio analiza el problema de la estabilidad de mercados en la agricultura, y se enfatiza la necesidad de una política para ese efecto. El trabajo está dividido en cuatro secciones. En la primera se revisan las razones que hacen necesarias acciones de estabilización en la agricultura. En la segunda sección se examinan los efectos de la inestabilidad de precios sobre la asignación de recursos y la equidad dentro del sector agrícola. La tercera sección hace un breve análisis de las condiciones institucionales y macro-económicas necesarias para hacer efectiva una política de estabilización de los precios agrícolas. Se revisan los tres esquemas estabilizadores más empleados: manejo de stocks, mercados de futuros, políticas de sustentación de precios con poderes compradores garantizados. Se señala que este último parece el más adecuado a la realidad chilena, para el caso de los rubros agrícolas más importantes. Este mecanismo requiere de la intervención del Estado para fijar los precios de sustentación, establecer los poderes compradores y los mecanismos de protección, sean aranceles móviles o cuotas de importación para los rubros deficitarios. No obstante, el autor considera que las tres políticas no son excluyentes una de otra; así, el manejo de stocks podría usarse en rubros excedentarios ocasionales, y el de mercados de futuro en rubros tales como hortalizas y frutas de exportación, pero ello, una vez que se tenga una experiencia más rica en su operatoria. Se concluye que el sector agrícola requiere de una política estabilizadora en los mercados básicos, especialmente debido a la incertidumbre en que se desenvuelve esa actividad. Sin embargo, las medidas de por sí no son suficientes para impedir fuertes deterioros en la posición relativa y absoluta de los grupos más pobres, razón por la cual deben implementarse en forma conjunta políticas que aseguren beneficios igualitarios de las ventajas derivadas de la estabilización.