Santiago, Chile
Estas reflexiones conforman uno de los capítulos de mi trabajo, en prensa, intitulado 'A la búsqueda del tiempo común' (Perdido, por lo general). Tiempo común es aquel de la disponibilidad de unos para otros, en un sentido radicalmente opuesto al de tiempo funcional, en que la disponibilidad es sólo para sí. Tiempo de la soledad, este último, por tanto. La búsqueda de un tiempo común es búsqueda, entonces, de una comunicación real o como lo venimos diciendo también, de una experiencia común. Hemos elegido la vida cotidiana como 'método' y como campo de investigación: a partir de ella intentamos saber qué pasa, por ejemplo, con la experiencia del tiempo (y con el tiempo de las experiencias).La vida cotidiana, ¡se comprende!, no es equivalente a la rutina; suele, por el contrario, ser una lucha contra la expansión de ésta: contra 'la desertificación' de la vida. En este sentido representa una continua conducta de pequeñas (y grandes) transgresiones a la rutina. Nuestra actual investigación intentará describir las transgresiones que ocurren en el habla cotidiana. Nada más.