City of Cambridge, Estados Unidos
El desafío de entregar un contenido más o menos concreto y más o me-nos exacto de la noción de equidad económica podrá haber sido motivo de muchas dificultades, de muchos esfuerzos frustrados y de muchas renuncias incluso, pero permanece tan vigente como siempre. ¿Dónde está la clave para determinar cuándo el sistema económico es justo y equitativo y cuándo no lo es? ¿Radica en la rectitud de sus reglas del juego? ¿En las percepciones individuales de quienes ven al sistema como justo? ¿En la capacidad para distribuir los recursos según los méritos? ¿En la aptitud para atender a los requerimientos del bien común? Cualquiera sea la respuesta al dilema, el siguiente ensayo muestra una sólida base para reanudar el estudio del tema y para ofrecer a este esfuerzo pautas de desarrollo y solución.