Samuel C. Woolley Woolley
Los intentos de manipular la opinión pública usando las redes sociales y las emergentes tecnologías de la información y la comunicación (TIC) siguen proliferando internacionalmente. Los gobiernos, empresas, grupos extremistas y una gran variedad de entidades alrededor del mundo a me-nudo usan asistentes virtuales automatizados y cuentas “títeres” humanas anónimas en el esfuerzo por amplificar y suprimir los f lujos particulares de información durante elecciones, crisis de seguridad y otros eventos cruciales. Así, utilizan estas mismas herramientas para sembrar desinformación y participar en campañas organizadas de ‘troleo’ político. Sin embargo, las tecnologías y tácticas usadas en estas “ope-raciones de inf luencia” basadas en internet están cambiando. Este artículo aprovecha los conocimientos de más de 70 entrevistas con personas que producen y rastrean campañas de manipulación en línea. Se comparan las tendencias emergentes en desinformación digital y propaganda computacional en todo el mundo utilizando datos cualitativos de 12 países: Birmania, Brasil, Egipto, Eritrea, Etiopía, Indonesia, México, Filipinas, Turquía, Ucrania y Estados Unidos. En esencia, los esfuerzos de manipulación trans-mitidos por internet están evolucionando, desde campañas “inorgánicas” relativamente poco sofisticadas impulsadas por bots de redes sociales hacia esfuerzos “semiorgánicos” más complejos que combinan usua-rios humanos coordinados y software de inteligencia artificial. Otras tendencias relacionadas incluyen el uso político coercitivo de influencers de redes sociales y aplicaciones de mensajería encriptadas y privadas
Attempts to manipulate public opinion using social media and emerging information communication technologies (ICTs) continue to proliferate internationally. Governments, corporations, extremist groups, and a wide variety of other entities around the globe now commonly use both automated bots and anonymous human “sockpuppet” accounts in efforts to amplify and suppress particular streams of information during elections, security crises, and other pivotal events. They use these same tools to sow disinformation and engage in organized political trolling campaigns. However, the technologies and tactics used in these internet-based “influence operations” are changing. This essay leverages insights from over 70 interviews with people who both produce and track online manipulation campaigns. It compares emerging trends in digital disinformation and computational propaganda across the globe using qualitative data from 12 countries—Burma, Brazil, Egypt, Eritrea, Ethiopia, India, Indonesia, Mexico, the Philippines, Turkey, Ukraine, and the United States. In essence, internet-borne manipulation efforts are evolving from relatively unsophisticated “inorganic” campaigns pushed by social media bots and towards more complex “semi-organic” efforts combining both coordinated human users and artificial intelligence software. Additional, related, trends include the increased coercive political use of social media influencers and encrypted and private messaging applications