Santiago, Chile
Este estudio analiza los factores que han condicionado la capacidad de inversión en el período 1960-1986 y sus perspectivas a 1995.A diferencia de lo que se concluye al utilizar los conceptos de Ahorro Nacional Bruto y Ahorro Externo de Cuentas Nacionales, en el período 1960-1973 el Esfuerzo Interno de Ahorro, en términos de sacrificio de consumo, fue muy inferior al Ahorro Nacional computado por Cuentas Nacionales, ya que gran parte de la inversión se financió con recursos externos (Esfuerzo Externo de Ahorro) que el país obtuvo gratuitamente vía ganancias de términos de intercambio, al ser los precios de las exportaciones crecientemente superiores a los observados en los años siguientes. A partir de 1975 Chile ha tenido que realizar un esfuerzo creciente de ahorro para incrementar sus niveles de inversión; en efecto, entre 1975 y 1981 se reduce el Esfuerzo Externo a raíz del acentuado deterioro de los términos de intercambio compensado sólo parcialmente por la afluencia de créditos externos, y a partir de 1982 se agregan a la situación anterior los crecientes servicios de deuda externa derivados de la deuda acumulada y el aumento de las tasas de interés internacionales, en un contexto de restricción de créditos externos (Esfuerzo Externo negativo).La tasa de Esfuerzo Interno de Ahorro (como porcentaje del PGB) aumenta desde 6,1% en 1974 hasta un 21,3% en 1986.El comportamiento descrito de las distintas variables externas significó que en el período 1960-1972, a pesar de los bajos niveles de Esfuerzo Interno de Ahorro, los aumentos de capacidad productiva fueron superiores a los incrementos de deuda externa, situación que se revierte a partir de 1975 dificultando la capacidad de pago de la deuda contraída. Asegurar un crecimiento sostenido del Producto Geográfico Bruto (PGB) a una tasa del 4,5% promedio anual en los próximos años (hasta 1995), requiere de un importante aumento en la tasa de inversión que sólo será posible con un incremento extraordinario en la tasa de Esfuerzo Interno de Ahorro, hasta alcanzar niveles de 28% del PGB a partir de 1993, ya que se proyecta una mantención del Esfuerzo Externo negativo. El cumplimiento de estas metas implica aumentos de la capacidad productiva crecientemente superiores a los aumentos de deuda externa con el consiguiente mejoramiento en la capacidad de pago de esta deuda y de los indicadores riesgo-país.