Oxford District, Reino Unido
¿Basta la religión para explicar las brechas entre el desarrollo económico delas naciones católicas y las protestantes? ¿Hasta qué punto la tesis de Max Weber, en orden a que el capitalismo industrial moderno es hijo y consecuencia inevitable de la ética protestante, resiste una verificación objetiva en los hechos históricos? ¿Cuánta verdad hay en que durante siglos el catolicismo fue la religión de la postración económica mientras la Reforma se identificaba con la religión del progreso? El autor de este trabajo desaloja numerosos mitos que circundan el tema e invita a analizarlo no desde la perspectiva de la sociología sino de la historia. Sus conclusiones son sorprendentes: el retraso económico de la Europa católica se explica mucho antes en función de la hipertrofia del Estado centralizador que en función de asuntos religiosos. Las inercias del estatismo no son de ahora.