En este estudio examino tanto la influencia de los problemas económicos como las teorías de desarrollo en las estrategias de crecimiento seguidas por los países latinoamericanos en los últimos 70 años. Hasta el momento de la Gran Depresión, la mayor parte de los países de la región estaban relativamente abiertos al comercio, y las ventajas comparativas eran la base de la más avanzada teoría del desarrollo. Desde la Gran Depresión hasta la Segunda Guerra Mundial, la mayor parte de los países practicaron la gestión de la crisis como una reacción a los agudos impactos externos provenientes de la Depresión. Hacia fines del decenio de los cuarenta, la escuela estructuralista, dirigida por Raúl Prebisch, lanzó el primer ataque a la ortodoxia del libre comercio. Propugnó la industrialización por sustitución de importaciones. A comienzos de los años sesenta, sin embargo, y decepcionados con las perspectivas de crecimiento, Brasil y Colombia, y en menor grado Chile, iniciaron reformas encaminadas a reducir el prejuicio anti exportador de sus políticas de sustitución de importaciones. En Brasil y Colombia, la respuesta de la oferta de exportación a los nuevos incentivos económicos fue notable: crecieron con mayor rapidez, aun, que las exportaciones mundiales en el decenio dorado del comercio mundial. Posteriormente, se lanzó un segundo ataque frontal al estructuralismo, esta vez por iniciativa delos países del Cono Sur, los que recientemente habían institucionalizado ensayos de liberación. De no ser por los fallidos programas de estabilización y los impactos externos de los setenta y comienzo de los ochenta, las medidas de reforma habrían arrancado a los países del Cono Sur de su estancamiento económico. No obstan-te, de estas recientes experiencias también aprendimos que la coordinación de políticas macroeconómicas con las políticas de liberalización es fundamental para alcanzar el beneficio que puede esperar sede una economía menos distorsionada.