El 19 de septiembre de 2021 se produjo una erupción volcánica estromboliana en la isla de La Palma, Canarias, que causó la destrucción de 73 km de carreteras, infraestructuras urbanas, numerosas viviendas y cultivos agrícolas, afectando a unas 7.200 personas, con pérdidas superiores a 1.200 M€. 12 km2 fueron cubiertos por coladas de lava aa y pahoehoe que alcanzaron más de 70 m de espesor. Tras el fin de la erupción, se llevaron a cabo análisis térmicos, geológicos y geotécnicos del terreno para la reconstrucción y la planificación territorial y urbana, con los principales objetivos centrados en la apertura de carreteras a través de las lavas calientes, la construcción de nuevos asentamientos urbanos en las zonas cubiertas por las coladas de lava y la recuperación agrícola. Los principales condicionantes para la reconstrucción fueron las altas temperaturas de las lavas, que alcanzaron más de 500ºC, la lentísima velocidad de enfriamiento de las coladas de lava, el comportamiento geotécnico altamente heterogéneo, con numerosas cavidades y tubos volcánicos, y la presencia de gases tóxicos. Los análisis sobre el terreno incluyeron sondeos geotécnicos, geofísica sísmica y radar de penetración, así como la medición de las temperaturas de las coladas de lava mediante drones y en el interior con sondeos. Se desarrollaron dos modelos físicos de refrigeración de los flujos de lava, basados en el comportamiento térmico y los datos geológico-geotécnicos, así como dos soluciones técnicas para la excavación y la construcción en flujos de lava caliente. Los análisis de estabilidad del cono volcánico de 200 m de altura formado durante la erupción indicaron la posibilidad de fallo en caso de fuertes lluvias y, por consiguiente, de peligro de lahar. Los resultados de estas investigaciones y sus aplicaciones a la reconstrucción post-desastre y a la planificación territorial pueden ser también útiles para otras regiones volcánicas, contribuyendo a minimizar el riesgo en infraestructuras y asentamientos urbanos.
On September 19, 2021, a strombolian volcanic eruption occurred on the island of La Palma, Canary Islands, causing the destruction of 73 km of roads, urban infrastructures, many houses and agricultural crops, affecting about 7,200 people, with losses exceeding 1,200 M euros. 12 km2 were covered by aa and pahoehoe lava flows reaching over 70 m thick. After the end of the eruption, thermal, geological and geotechnical site investigations were carried out for the reconstruction and territorial and urban planning, with the main objectives focused on the opening of roads through the hot lavas, the construction of new urban settlements in areas covered by the lava flows and agricultural recovery. The main conditioning factors for the reconstruction were the high temperatures of the lavas, reaching more than 500ºC, the very slow rate of cooling of the lava flows, the highly heterogeneous geotechnical behaviour, with many cavities and volcanic tubes, and the presence of toxic gases. Site investigations included geotechnical boreholes, seismic geophysics and ground penetration radar, and measurement of lava flows temperatures by drons and inside boreholes. Two cooling physical models of the lava flows were developed, based on thermal behaviour and geological-geotechnical data, as well as two technical solutions for excavation and construction purposes on hot lava flows.
Stability analyses of the 200 m high volcanic cone formed during the eruption, indicated the possibility of failure in the event of heavy rains and consequently lahar hazards. The results of these investigations and their applications to post-disaster reconstruction and territorial planning may be also useful to other volcanic regions, contributing to minimize risk in infrastructures and urban settlements.
Keywords: volcanic eruption, post-eruption reconstruction, geological and geotechnical conditions, lava cooling models, solutions for excavation and construction on hot lava.