Los economistas han teorizado que los sentimientos. o creencias espontáneas carentes de fundamentación económica, son un factor que influye en los comportamientos económicos. En este artículo se investiga si los sentimientos influyeron en el comportamiento empresarial tras el brote de COVID-19. Sobre una muestra de empresas italianas se observa que, inmediatamente después del brote inicial, las expectativas empresariales de recuperación económica reflejaban opiniones en gran medida ajenas a sus experiencias durante la crisis sanitaria. Estas opiniones guardan relación con el comportamiento laboral de las empresas. Las más pesimistas eran más propensas a aplicar medidas de reducción de costos laborales, como el despido y la reducción de jornada.