Barcelona, España
Desde la aprobación de la Carta Europea de Ordenación del Territorio hace cuatro décadas han emergido con fuerza un conjunto de cruciales desafíos territoriales y sociales que esta política debe atender, relacionados con el cambio climático, la transición energética, la aparición de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, el progresivo proceso de urbanización y los impactos y riesgos, incluso de salud, que esto suponen para nuestro entorno, así como las crecientes desigualdades sociales y territoriales.
La práctica de la ordenación del territorio, lejos de asentarse con fuerza, ha conocido en Europa una evolución desigual. Al preguntarse sobre cuáles son los factores que podrían contribuir a consolidarla como una práctica viable, efectiva y permanente en beneficio de la colectividad, la respuesta depende de la forma como los poderes públicos y la ciudadanía puedan responder a los siete retos que se desarrollan en los correspondientes apartados en que se organiza el texto previamente a las conclusiones.