Este texto aborda una vieja discusión que atañe a la dimensión pragmática de las normas sobre interpretación de contratos. Como hilo conductor recurrimos a un caso resuelto en forma discrepante por los tribunales de instancia y la Corte Suprema. De nuestro análisis se extrae que esas normas no serían reglas (en un sentido fuerte de obligatoriedad), ni meros consejos (en un sentido de permisos), sino que pertenecen a la clase de los estándares de interpretación, los cuales no fuerzan un resultado, pero imponen una carga de justificación, tanto si se utilizan o no. Esta forma de comprensión explica, prima facie, la facultad de la Corte Suprema de modificar decisiones en sede de casación en el fondo, e insta a profundizar respecto a lo que entendemos por infracción de ley y error.
This article addresses an old debate concerning the pragmatic dimension of legal provisions on contractual interpretation. The article uses a case decided in a dissenting manner by the lower courts and the Supreme Court as a common thread. It follows from our analysis that those provisions would not be rules (in a strong sense of bindingness), nor mere advice (in a sense of permissions), but they belong to the category of interpretation standards, that do not impose a result but a burden of justification, whether they are used or not. This form of understanding explains, prima facie, the Supreme Court’s power to modify decisions in cassation on the merits, and urges to deepen on what we understand by breach of law and error.